Hospital de Órbigo (León) La historia del Paso Honroso

La historia del Paso Honroso

No se trata de una leyenda, de hecho, toda la historia del Paso Honroso fue documentada por Pedro Rodríguez de Lena, escribano del rey Juan II de Castilla, en un manuscrito del que a día de hoy se conservan 5 copias, una de ellas, la que contiene la historia completa que está en el Monasterio del Escorial.
El Paso honroso fue un torneo que tuvo lugar en el puente de la localidad de Hospital de Órbigo.
La acción sucedió en el Año jacobeo de 1434. El caballero leonés, Suero de Quiñones (1409 – 1458), señor de Navia e hijo de Diego Fernández de Quiñones, merino mayor de Asturias y señor de Luna, y de María de Toledo, pidió audiencia al rey Juan II de Castilla para exponer una petición. El rey se hallaba por entonces en el castillo de la Mota (Medina del Campo, Valladolid) con toda su familia.
La petición era obtener el permiso para llevar a cabo un torneo especial en que tendrían que participar a la fuerza todos los caballeros que pasaran por el lugar elegido, que era el puente de Hospital de Órbigo, situado en la ruta leonesa del Camino de Santiago. Si se negaban a participar, debían depositar un guante en señal de cobardía y atravesar el río vadeándolo.
El motivo de honrar a la dama de la cual estaba enamorado, Doña Leonor de Tovar, debía de cumplir un voto que consistía en llevar puesta cada jueves una argolla de hierro en el cuello hasta que se librase de su “prisión”. Para librarse de tal penitencia debía sobrevivir a un paso honroso de armas, que no es otra cosa sino un combate individual con lanzas a caballo y posteriormente peregrinar hacia Santiago de Compostela. La justa o torneo tendría que mantenerse durante un mes en el que don Suero de Quiñones estaría acompañado de sus mejores amigos, después de haber vencido a todos los caballeros que se presentasen en dicho puente y tras haber roto 300 lanzas a razón de tres por caballero.
El rey le dio permiso y ofreció toda clase de facilidades. Invitó a los mejores caballeros del reino a que pasasen por el camino de Hospital de Órbigo. El torneo comenzó el 10 de julio de 1434 y terminó el 9 de agosto del mismo año, día en que don Suero fue herido. Sólo hubo un descanso el día 25, festividad de Santiago. Se levantó el tinglado junto al puente y cada día se comenzaba con una misa solemne y se terminaba con un gran festín. Las crónicas cuentan que sólo hubo una muerte al cabo del mes, la de un caballero aragonés llamado Asbert de Claramunt, que recibió un lanzazo en un ojo atravesándole el cerebro. Parece ser que la Iglesia prohibió que se le enterrase en lugar sagrado. Cuando terminó el torneo, don Suero y sus amigos se dirigieron en peregrinación a Santiago a cumplir con la promesa hecha. Don Suero depositó allí la argolla y la cinta azul que simbolizaba su amor por la dama y en la que estaba escrita una leyenda que lo atestiguaba:

Si à vous ne plait de avoir mesure, certes je dis que je suis sans venture.
“Si no os place corresponderme, en verdad que no hay dicha para mí.”

En la actualidad esta cinta se halla alrededor del cuello de una imagen de Santiago Menor que está en la catedral, en la capilla de las reliquias. La argolla es una gargantilla de oro y se encuentra en el relicario del Apóstol.
Don Quijote se refiere a este caballero leonés de la siguiente forma:

"...digan que fueron burlas las Justas de Suero Quiñones del Passo, las empresas de Luis de Faces contra don Gonzalo de Guzmán, caballero castellano, con otras muchas hazañas hechas por caballeros cristianos, tan auténticas y verdaderas, que torno a decir que el que las negase carecería de toda razón y buen discurso"


Ubicación del parquin
42°27'56.7612"N 5°52'45.9048"W
42.465767, -5.879418