León
Cáliz de doña Urraca

Cáliz de doña Urraca

El cáliz de doña Urraca es una pieza de orfebrería románica donada a la infanta leonesa Urraca de Zamora (1033-1101), señora de Zamora e hija del rey Fernando I de León. Tal como lo conocemos, se remonta a la segunda mitad del siglo XI. En la actualidad se guarda en el museo de la colegiata de San Isidoro de León.
El cáliz se compone de dos copas o cuencos muy antiguos; el copón propiamente dicho y otro que le sirve de peana, de procedencia greco-romana anterior al cristianismo, hechos en piedra de ónice. Los dos cuencos presentan algunos desconchones que ya se habían producido con anterioridad a la formación del cáliz. Se desconoce el origen de estas dos copas, su historia y avatares, así como la decisión de doña Urraca de entregar a los orfebres algo que materialmente no tenía gran valor. El caso es que los orfebres de León hicieron un trabajo artístico excepcional, convirtiendo lo que en su día fue objeto pagano en un cáliz digno de admiración. En la peana y antes del nudo hay una inscripción que dice: In nomine domini Vrraca Fredinandi “en nombre de Vrraca Fredinand”
Posible Santo Grial
Según algunos historiadores, fueron localizados en la Biblioteca Nacional de El Cairo unos documentos medievales que apoyan esta teoría. Estos procedían de la Universidad de Al Azhar.
Supuestamente, un texto traducido decía que la copa adorada por los cristianos por haber pertenecido al Mesías había sido enviada al sultán de Denia, Ali ibn Muyahid ad-Danii. El sultán de Denia había enviado un barco con alimentos al sultán fatimí Al-Mustansir para que Egipto superara una hambruna. En agradecimiento, el imán Al-Mustansir envió un barco cargado de tesoros, entre ellos la copa, al sultán de Denia. En el texto se dice que la intención del sultán de Denia era enviar la copa al rey de León, Fernando
Según los historiadores Jesús Ortega del Río y Margarita Torres Sevilla, la copa aparece citada en la crónica de Lucas, obispo de Tuy, en el siglo
En el año 2010 la copa fue desmontada para la realización de una réplica y pudo apreciarse que le faltaba una esquirla, lo cual encaja con la teoría de que esta fue enviada a Saladino.