Belchite (Zaragoza)

Belchite
En las elecciones de febrero de 1936 el PSOE se hizo con la alcaldía de Belchite nombrando alcalde a Mariano Castillo Carrasco. La población contaba entonces, según el censo de 1935, con 3.812 habitantes. El 18 de julio de 1936 se produce el fallido golpe de estado contra el gobierno republicano que desata la Guerra Civil. En Belchite y su comarca los falangistas y la guardia civil van pueblo por pueblo deponiendo a los ayuntamientos del Frente Popular y llevándose detenidos a los izquierdistas más significados, que más tarde serían “paseados” o asesinados a las afueras. Se estima que se fusilaron a un mínimo de 170 personas en los pueblos de la comarca. En Belchite es detenido el alcalde y su familia. Mariano Castillo se suicida el 31 de julio siendo su cadáver hallado en el lugar denominado las Borderas. Su hermano y su mujer fueron también ejecutados. Junto a ellos murieron políticos, maestros como el de Samper del Salz, campesinos, jornaleros y trabajadores, incluso un alcalde puesto por los sublevados, Victorián Lafoz y Benedí, alcalde de La Puebla de Albortón al oponerse al fusilamiento de los republicanos.Una batalla casa por casa
La batalla de Belchite, situado a 50 kilómetros de Zaragoza, fueron, en realidad, dos.La primera, que se desarrolló entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1937, incluyó una encarnizada lucha, casa por casa en su última fase y combinada con bombardeos aéreos, que terminó con la toma del pueblo por las fuerzas republicanas. Antes de comenzar la guerra civil había 3.812 vecinos en Belchite, cuyo núcleo urbano, en manos de más de 3.000 falangistas y militares sublevados (hasta 6.000, según la fuente) bajo el mando del alcalde Alfonso Trallero, quedó destrozado en una batalla que arrojó un saldo de más de 5.000 muertos en ambos bandos y unos 3.000 prisioneros, mientras más de 600 insurrectos se pasaban a las filas republicanas.
Comienzo la batalla, el 24 de agosto de 1937. Y seguirá haciéndolo cuando el 11 de marzo 1938 la pomposa trola que el dictador en persona soltó ante sus vecinos: “yo os juro que acabada la guerra (…) sobre estas ruinas de Belchite se edificará una ciudad hermosa y amplia como homenaje a su heroísmo sin par”. Ocurrió lo contrario: el anuncio de reconstrucción cambio en apenas unos meses en una prohibición de reconstruir de la que solo se salvaron entonces el cementerio, la puerta de la villa y un santuario.
Un millar de presos políticos que malvivían hacinados en los barracones de un campo de concentración cercano conocido como “la pequeña Rusia”, en el que también fueron confinados los miembros de familias locales señaladas como izquierdistas que sobrevivieron a la represión, levantó un nuevo núcleo que sería inaugurado en 1954. Los últimos vecinos dejaban en 1964 el pueblo viejo. Hoy hay 1.559 empadronados en el nuevo.
41°18'23.6"N 0°45'16.7"W
41.306545, -0.754636