Jerarquía eclesiástica

Papa, Cardenal, Arzobispo, Obispo, Presbítero, Diácono, Orden Sacerdotal, Sacerdotes, Laico

Jerarquizar eclesiástica:

Papa Se conoce como Papa al obispo de Roma o romano pontífice, considerado por el cristianismo católico sucesor del apóstol Pedro, vicario de Cristo, cabeza del Colegio Episcopal y pastor de la Iglesia católica; quien además posee el título de soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano. El Papa es llamado también Santo Padre, Sumo Pontífice O Pontífice Máximo, siervo de los siervos de Dios, y patriarca de Occidente. A su vez, la Iglesia ortodoxa de Constantinopla reconoce al Papa como “el primer patriarca” y a Roma como “la primera sede”.
Elección papal A partir del siglo XII, la elección de pontífice romano se realiza mediante cónclaves, esto es la reunión del Colegio cardenalicio en los que los purpurados eligen mediante escrutinio secreto al nuevo papa. Conforme a la normatividad eclesiástica actual el cargo de Obispo de Roma queda libre solamente al morir o renunciar válidamente el pontífice en turno, a este periodo donde la Sede Apostólica queda sin titular se le conoce como “Sede Vacante”, por lo que al acontecer esto, se convoca a Cónclave para elegir nuevamente a la cabeza de la Iglesia católica.
Conforme al Código de Derecho Canónico, solamente el Colegio Cardenalicio tiene competencia para elegir al sumo pontífice, sin embargo deberán apegarse a la normatividad específica. Dicha normatividad es expedida por el sumo pontífice. La que rige actualmente se encuentra contenida en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, expedida por el papa Juan Pablo II, el 22 de febrero de 1996.
Según la dicha Constitución Apostólica, y la normatividad general de la Iglesia, las peculiaridades de la elección pontificia son las siguientes:

Cualquier sacerdote católico, susceptible de ser obispo, puede ser elegido Papa, sin embargo si carece del rango episcopal deberá ser ordenado obispo inmediatamente tras su elección.
La elección se lleva a cabo por el Colegio de Cardenales, los cuales no pueden pasar del número de ciento veinte. Pudiendo ser electores todos los cardenales que no pasen de la edad de ochenta años cumplidos un día antes de la Sede Vacante.
La elección se lleva en estricta privacidad dentro de la Capilla Sixtina, pudiendo alojarse los cardenales electores en la Domus Sanctae Marthae. Y bajo el juramento del más estricto secreto durante y después del cónclave.
Tras cada elección que se lleve a cabo, y para anuncio al pueblo católico que espera, si hay acuerdo, se proclama mediante la fumata blanca, en caso contrario se anuncia con la fumata negra y se prosiguen las votaciones.
Una vez elegido al sucesor de San Pedro, se le pide consentimiento. "¿Aceptas tu elección canónica para Sumo Pontífice?", si acepta se le interroga por el nombre que tomará: "¿Cómo quieres ser llamado?", levantándose acta de la aceptación y nombre del nuevo Papa.
Tras las muestras de respeto de los cardenales y la acción de gracias a Dios, el nuevo Papa es anunciado por el cardenal protodiácono, al pueblo que espera, la elección del nuevo obispo de Roma se realiza mediante escrutinio o voto secreto, realizado mediante papeletas donde se escribe el nombre del candidato, y realizándose conteo hasta obtener la votación requerida de dos tercios de los votos de la totalidad de los electores.

Cabildo catedralicio Según el Derecho Canónico, el Cabildo Catedral "es un colegio de sacerdotes, al que corresponde celebrar las funciones litúrgicas más solemnes en la Iglesia Catedral; compete además al cabildo catedralicio cumplir aquellos oficios que el derecho o el Obispo diocesano le encomienden".
En la Iglesia católica latina y de acuerdo con el derecho canónico, el cabildo catedralicio o capítulo catedralicio (en latín: capitulum o capitellum, palabra que da origen a cabildo) es un órgano colegiado de clérigos con personalidad jurídica y autoridad normativa, instituido para ayudar con su consejo al obispo (que no pertenece al cabildo).

Cardenal La dignidad de cardenal, eclesiástico de alto rango de la Iglesia católica, es el más alto título honorífico que puede conceder el Papa. Quienes lo reciben se convierten en miembros del Colegio Cardenalicio.
La principal misión del Colegio Cardenalicio es elegir al sumo pontífice en caso de fallecimiento o renuncia del anterior. En circunstancias habituales, el deber fundamental del Colegio Cardenalicio es aconsejar al Papa. Muchos cardenales gobiernan diócesis o archidiócesis importantes, presiden los organismos de la Curia Romana y participan activamente en la administración de la Santa Sede.
Dado que en sus orígenes los cardenales eran clérigos al servicio de la diócesis de Roma, es costumbre que a cada cardenal designado por el Papa se le asigne un titulus, que puede ser: bien un obispado sufragáneo (llamado suburbicario —etimológicamente, "inferior en la ciudad"), o un título presbiterial o la diaconía de un templo de la archidiócesis de Roma.
La condición de cardenal es un título honorífico (ajeno al Sacramento del Orden), como lo son las de patriarca, monseñor, arcipreste, canónigo, decano, archidiácono (o arcediano), deán y otras. En el pasado, se nombró cardenal a personas que no eran sacerdotes.
La púrpura cardenalicia (de color púrpura escarlata) es conferida por el romano pontífice en unas ceremonias llamadas "consistorios", para que los elegidos puedan participar de la elección del sucesor del Papa, actuando colegiadamente en caso de sede vacante o para actuar como asesores en distintas materias que sean importantes para el Papa. Por ello muchos cardenales presiden secretarías, comités, comisiones, dicasterios y otras oficinas en la Santa Sede, y además muchos de ellos rigen las diócesis más importantes del mundo.
Según el canon 351.1 del Código de Derecho Canónico de 1983 vigente, los promovidos al cardenalato deben ser varones libremente elegidos por el sumo pontífice, que hayan recibido el orden del presbiterado y que se hayan distinguido notablemente en doctrina, costumbres, piedad y prudencia en la gestión de sus asuntos.

Arzobispo Deriva del griego, de la palabra “archiepískopos”, que es fruto de la suma de estos dos elementos:
-El prefijo “archi-”, que puede traducirse como “el jefe” o “el que manda”.
-El sustantivo “episkopos”, que es equivalente a “obispo”.
Dos elementos que al unirse crearon un sustantivo que significa “el que manda a los obispos”.
Se conoce como arzobispo a aquel Obispo que preside una diócesis particularmente importante, ya sea por su tamaño, su relevancia histórica o por ambas, llamada archidiócesis o arquidiócesis.

Obispo es aquella dignidad eclesiástica encargada del control y vigilancia del cumplimento de las leyes de la Iglesia católica o Derecho canónico en el territorio de su jurisdicción o diócesis.
En la Iglesia católica es un presbítero que lleve, al menos, cinco años ordenado, y que recibe el Sacramento del Orden sacerdotal en su máximo grado, que es el episcopado.
Considera al obispo como sucesor de los apóstoles; en virtud de la colegialidad, comparte con el Papa y con los demás obispos la responsabilidad sobre toda la Iglesia católica.
Los obispos poseen símbolos distintivos que muestran su dignidad. En el catolicismo, usan vestiduras de color púrpura, un anillo y una cruz. En las ceremonias solemnes, llevan la mitra y el báculo pastoral. El Papa, pastor de la Iglesia católica y cabeza del Colegio Episcopal, es al mismo tiempo el obispo de Roma.
En la actualidad, los obispos son nombrados de manera directa por el Papa en el caso de la Iglesia Católica. El modo es el siguiente: El nuncio apostólico de cada país reúne información en cada provincia eclesiástica del país sobre los candidatos al episcopado, enviándola a la Santa Sede. Una vez estudiado cada caso, se procede a la elección. El nuncio consulta al sacerdote si acepta su elección como obispo. Una vez que el presbítero ratifica su deseo, se emite la bula y se hace público el nombramiento episcopal. En algunos casos, suele emitirse un decreto de la Congregación para los Obispos, si es designado auxiliar de una diócesis y titular de otra extinta, siendo este documento, sellado por el Papa con el sello de plomo.

Presbítero es un clérigo que forma parte de la jerarquía eclesiástica cristiana ocupando el escalón inmediatamente superior al diácono e inmediatamente inferior al obispo.
En la Iglesia católica son conocidos comúnmente como sacerdotes o "curas". Ambos términos en estricto rigor no son sinónimos de presbítero, ya que sacerdotes son tanto los obispos como los presbíteros, y el término cura se refiere a quien posee la responsabilidad de la "cura de almas" de una parroquia, o sea el párroco. En la Iglesia católica hispanoparlante en el uso común se les suele denominar 'padres'.
Así, los presbíteros son varones que han recibido el segundo grado del Sacramento del Orden. Su función es celebrar la Eucaristía y administrar los demás sacramentos, salvo la confirmación (excepto en peligro de muerte) y la ordenación sacerdotal, reservados al obispo, es decir, pueden administrar cinco sacramentos. El presbiterado es el ministerio que desempeñan los miembros de la jerarquía en la Pastoral: párrocos, vicarios y capellanes.
En ausencia de presbítero, en un determinado territorio, el obispo correspondiente puede autorizar, para mantener allí el servicio religioso, a determinados laicos, hombres y mujeres, o religiosas, para poder presidir la ceremonia de la celebración, la lectura del evangelio, impartir la bendición, e incluso, impartir la comunión.

El diácono: es un hombre que ha recibido el primer grado del Sacramento del Orden sacerdotal. Se le han impuesto las manos para el ministerio, es decir, para asistir al obispo y a los sacerdotes en la predicación de la Palabra de Dios, en la distribución de la comunión y en las obras de la caridad.

Orden Sacerdotal es un sacramento que, por la imposición de las manos del Obispo, y sus palabras, hace sacerdotes a los hombres bautizados, y les da poder para perdonar los pecados y convertir el pan y el vino en el Cuerpo y en la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

Sacerdotes son aquellos que han recibido el primero o el segundo grado del Sacramento del Orden Sacerdotal. Popularmente se identifica al sacerdote solo con el presbítero (popularmente llamado padre o cura), si bien son sacerdotes también los obispos, pero no los diáconos quienes son el tercer grado del Sacramento del Orden. De hecho, la expresión es utilizada como sinónimo de presbítero, palabra, esta última considerada preferible en cuanto es más precisa y concreta que sacerdote. La palabra cura sería apropiada usarla solo para aquel presbítero que tiene a su cargo la cura pastoral en una parroquia; es decir al cura párroco y a lo sumo a los vicarios parroquiales.
En general el sacerdote se preocupa de su parroquia, celebrando la Santa Misa y administrando los Sacramentos a la comunidad. Desde el Concilio de Trento, para ser ordenado sacerdote, previamente, hay que cursar estudios en el seminario propio de la diócesis, o en el propio de la Orden religiosa. Generalmente se cursan dos años de Filosofía y tres años de Teología. Además, según las diócesis se suele estar al menos un año más de preparatorio y otro más al terminar los estudios, ya como diácono hasta recibir el segundo grado del orden sacerdotal.
El sacerdote es el ministro de algunos sacramentos, es decir, que sólo él puede administrarlos:

El bautismo (los diáconos son también ministros de este sacramento, y, en caso de urgencia, el bautismo puede ser administrado por un laico).
La eucaristía.
La Confirmación, reservada a los obispos o a los especialmente delegados por ellos según el canon 883.
El sacramento de la Reconciliación (confesión).
El sacramento de la unción de los enfermos.

Los sacerdotes adscritos a una diócesis se conocen como clero secular; por otra parte los sacerdotes integrados en una orden religiosa se conocen comúnmente como clero regular.
Dependiendo de las funciones propias que realice el sacerdote y del lugar ocupado en la jerarquía católica, pueden recibir distintos nombres que no son incompatibles con el de sacerdote, como por ejemplo Papa, Cardenal, Arzobispo, Obispo, Párroco, Vicario Parroquial, Arcipreste, Canónigo, Magistral, Capellán, Capellán Castrense, Prelado, Vicario, Beneficiario, Exorcista.

Laico en la Iglesia católica, un laico también llamado lego, seglar o secular, es aquel fiel que no es miembro del clero; es decir, aquel creyente que no es un clérigo. El conjunto de los laicos de la Iglesia se conoce como laicado.
El redescubrimiento del término "laico" fue impulsado por el Concilio Vaticano II.

Monje es un miembro de una orden religiosa que vive una vida en común en un monasterio, abadía o priorato bajo una regla monástica, como la Regla de San Benito.
Los votos religiosos desarrollados por San Benito eran tres: la obediencia, la conversión de la vida y la estabilidad. La obediencia pide al monje obedecer a Cristo, representado por el superior del monasterio. La conversión de la vida (conversio morum) significa generalmente, que el monje se comporta por sí mismo como un monje, que es como una muerte a sí mismo y al mundo y vivir para Dios y para su obra. Un monje cristiano ha de ser un instrumento de la obra de Dios. La estabilidad (stabilitas loci) implica que el monje se compromete con su monasterio por el resto de su vida y así, después de su muerte, será enterrado en su cementerio. Obliga el voto de estabilidad a benedictinos y cartujos.
Los votos solemnes en otras comunidades religiosas finalmente se establecieron como votos de obediencia, pobreza y castidad. La pobreza requiere la renuncia a cualquier propiedad o activo, a excepción de los artículos que son permitidos por sus superiores (como hábitos religiosos, zapatos, una manta, etc.), y vivir humildemente, compartiendo lo que tenga con los pobres. La castidad requiere, que desde que están dispuestos a dedicar su vida a Dios, sacrifiquen el amor entre hombres y mujeres y no se casen. Además, deben abandonar cualquier acto de conducta sexual.
Para llegar a ser monje, la persona debe primero convertirse en postulante durante el tiempo que viva en el monasterio para evaluar si debe convertirse en monje. Como postulante, no está obligado a ningún voto y es libre de abandonar el monasterio en cualquier momento. Si el postulante y la comunidad están de acuerdo en que debe hacerse monje, es recibido como un novicio, en el momento que se le proporciona su hábito religioso y comienza a participar más plenamente en la vida del monasterio. Después de un período como novicio, generalmente de seis meses a un año, el novicio profesa los votos temporales, que pueden ser renovados por años. Después de unos pocos años, el monje profesa los votos permanentes, que son vinculantes para toda la vida.
La vida monástica en general, consiste en la oración en forma de Liturgia de las Horas (también conocida como Oficio divino) y la lectura divina (lectio divina) y el trabajo manual. En la mayoría de las órdenes religiosas, los monjes viven en habitaciones sencillas y austeras llamadas celdas y se juntan todos los días para celebrar la misa conventual. En la mayoría de las comunidades, los monjes comen juntos en el refectorio. A los monjes que han sido o serán ordenados en las órdenes sagradas como sacerdotes o diáconos se les puede llamar "monjes del coro", ya que tienen la obligación de recitar diariamente todo el Oficio divino en el área reservada para ellos denominado coro. A los que no son ordenados en órdenes sagradas se les denomina hermanos legos. Hoy en día, en la mayoría de las comunidades monásticas existe poca diferencia entre legos y monjes del coro. Sin embargo, históricamente, los papeles de los dos grupos de monjes en el monasterio eran diferentes. El trabajo de los monjes del coro era la oración, el canto de las siete horas del Oficio divino y la celebración de la misa diaria, mientras que los hermanos legos proporcionaban las necesidades materiales de la comunidad mediante el cultivo de alimentos, preparación de las comidas y el mantenimiento del monasterio y los jardines. Esta distinción surgió históricamente, puesto que generalmente, los monjes que podían leer latín se convertían en monjes del coro, mientras que los monjes que eran analfabetos o no podían leer latín se convertían en hermanos legos. Puesto que los legos no podían recitar el Oficio divino en latín, en su lugar, podían rezar oraciones fácilmente memorizables como el Padre Nuestro o el Ave María por lo menos 150 veces al día. Desde el Concilio Vaticano II, la distinción entre monjes del coro y hermanos legos se ha desenfatizado, ya que se permitió que el Oficio divino se dijese en la lengua vernácula, abriendo la participación efectiva a todos los monjes.
Dentro del monacato occidental, es importante diferenciar entre monjes y frailes. Los monjes generalmente viven una vida contemplativa de oración confinados dentro de un monasterio, mientras que los frailes, por lo general se involucran en un ministerio activo de servicio a la comunidad exterior. Las órdenes monásticas incluyen a todos los Benedictinos (la orden de San Benito y sus posteriores reformas, como los cistercienses y los trapenses) y los cartujos, que viven de acuerdo con sus propios estatutos, y no de acuerdo propiamente con la Regla de San Benito. Las órdenes de frailes incluyen a franciscanos, dominicos, carmelitas y agustinos. Aunque los canónigos regulares, como los norbertinos, que viven en comunidad, pero no son ni monjes ni frailes, ya que se caracterizan por su estado clerical y no por los votos monásticos.

Monjas suelen estar agrupadas en órdenes religiosas bajo la Iglesia católica, generalmente fundadas por una persona que imprime su carácter en las reglas de la comunidad, sus tradiciones, incluso su hábito e indumentaria religiosa.
Las monjas se dividen según el estilo de vida:
Monástico: Benedictinas, Cistercienses, Cartujas.
Mendicantes: Clarisas (o Franciscanas), Catalinas (o Dominicas), Carmelitas, Agustinas, Capuchinas, , Agustinas Recolectoras, Carmelitas Descalzas (o Teresinas) fundada por Santa Teresa de Jesús.
Hospitalarias y Militares: Mercedarias, Sagrado Corazón.
Congregaciones: Visitadores, Caridad, Trinitarias.
Entre las órdenes religiosas más antiguas están: las Monjas Carmelitas, las Monjas Concepcionistas y las Monjas Clarisas.
Entre las más recientes familias monásticas se encuentran: las Monjas de Belén, de la Asunción de la Virgen y de San Bruno, de espiritualidad cartuja.
Algo importante es diferenciar a las Monjas que viven la vida de clausura, y a las Religiosas de vida apostólica que buscan tener un equilibrio entre la vida activa y la vida contemplativa.
Dependiendo de la orden, estructura y hasta rangos, se han conocido algunos términos que se relacionan, como lo son: Madre Superiora (o Abadesa, prelada o priora. Religiosa encargada de la dirección general del Monasterio. Para acceder al cargo debía tener más de cuarenta años de edad y haber profesado al menos diez), Madre, Sor (Sor es un préstamo del catalán antiguo sor, 'hermana' (en catalán moderno 'hermana' es germana), Hermana (En la Iglesia se aplica familiarmente a las mujeres que han consagrado su vida a Dios y que no son superioras de una comunidad) o Hermana religiosa y Novicia (Un noviciado es un período de prueba que las congregaciones y órdenes religiosas, cristiana).

Liturgia de las Horas, también llamada oficio divino o breviario, es el conjunto de oraciones oficiales de la Iglesia fuera de la misa, articuladas en torno a las horas canónicas.
Esta oración está encomendada con mandato específico fundamentalmente a sacerdotes y religiosos de todo tipo. Son observadas con especial atención y cuidado por las comunidades monásticas. Sin embargo, al ser la oración oficial de la Iglesia, es una oración propia de todo bautizado, también de los laicos.
Se distinguen en general dos niveles de celebración en la liturgia, las llamadas horas mayores o principales y las horas menores, según el Concilio Vaticano II, las horas canónicas son las siguientes:

Maitines: antes del amanecer (hora mayor).
Laudes: al amanecer (hora mayor).
Prima: primera hora después del amanecer, sobre las 6:00 horas de la mañana.(hora menor).
Tercia: tercera hora después de amanecer, sobre las 9:00 horas.(hora menor).
Sexta (de donde deriva la palabra siesta): mediodía, a las 12:00 horas después del Ángelus en tiempo ordinario o el Regina Coeli en Pascua.(hora menor).
Nona: sobre las 15:00, Hora de la Misericordia.(hora menor).
Vísperas: tras la puesta del sol, habitualmente sobre las 18:00 después del Ángelus en tiempo ordinario o el Regina Coeli en pascua (hora mayor).
Completas: antes del descanso nocturno, a las 21:00(hora menor).

El rezo de la liturgia como parte oficial de la alabanza que la Iglesia tributa al Señor es obligatoria para quienes llevan algunas formas de vida consagrada, como los sacerdotes y religiosos/as, siendo para aquellos obligatorio su rezo.